En este sentido, Levy Bravo recordó que se vino una ola de desinformación con el tema del Ébola en África, que demostró cómo es que en temas tan específicos se vuelve un asunto complejo el comunicar, ante la interpretación que hacen quienes no son especialistas. Esto mismo se replicó con el coronavirus, y como prueba enunció el tema del uso del cubrebocas que al inicio se decía que no marcaba gran diferencia para protegerse del virus, contrario a lo que ya se ha probado hoy.

«En este orden de ideas surge ¿debe de haber un control de información? ¿Debe haber censura? ¿Deben centralizarse o solo deben hablar las fuentes oficiales? Creo que debe permear el derecho a la libertad de expresión, el derecho fundamental y universal, y usar mecanismos de verificación para permitir que las personas tengan elementos de contraste».

Al respecto Jonás Virmar, conductor de NCC Salud, recalcó la importancia de contextualizar la información y revisar el por qué es que el miedo es uno de los mayores elementos que genera la desinformación, a fin de suscitar, desde el ámbito de la comunicación, contenido no solo certero sino entendible por todos.

«Creo que es importante en este sentido aprovechar la era que estamos viviendo en este momento para justamente crear productos que abonen y nutran a la información de calidad en todos los sentidos«.

Si bien, expresaron, es bastante fácil que la ciudadanía se vaya a los extremos y que muchos de los que difunden información lo hacen solo para generar reacción, enfatizaron que la censura no es una opción, pues el permitir la mayor cantidad posible de voces ayuda a que las democracias sean más sólidas.